Imagino
tu pelo como la frontera última,
el
no retorno,
el
destierro
de
todos los escombros
que
desmembran este viejo pasillo.
El
hambre de arcilla
extiende
su alfombra
roja,
la
epidermis (recl)Ama,
insufla
el aliento,
trazando
parajes,
laderas,
y
sendas
con
aroma
a
casa.
La
felicidad,
dicen
los rusos,
está
en las yemas de los dedos.
Cafuné* (Portugués,
Brasil):“recorrer delicadamente con los dedos el pelo del amante/amado”.
*